LAS PARASOMNIAS EN LA INFANCIA
¿Qué son las parasomnias?
Frecuentemente, los padres consultan alarmados a su pediatra debido a que han observado en su hijo/a comportamientos anormales durante el sueño (parasomnias). Las más frecuentes durante la infancia son los terrores nocturnos y el sonambulismo, especialmente entre los 4 y 12 años, tendiendo a resolverse espontáneamente durante la adolescencia.
¿Qué rasgos comparten los terrores nocturnos y el sonambulismo?
- El niño/a, que se ha dormido apaciblemente, sufre el episodio generalmente en el primer tercio de la noche o en la siesta.
- Tras el episodio el niño/a no recuerda lo ocurrido.
- No suelen acompañarse de síntomas durante el día (somnolencia, fatiga, irritabilidad, cambios psicológicos o conductuales, etc.).
¿Cómo puedo saber si mi hijo/a tiene terrores nocturnos?
Si
observamos las siguientes características:
- El niño/a se despierta bruscamente con gritos, llanto o sensación de miedo, presentando síntomas como el rubor facial, taquicardia, respiración rápida y superficial, sudoración, dilatación de la pupila y aumento del tono muscular. Aunque está dormido se pone a caminar y/o hablar. En ocasiones puede escaparse la orina.
- Presenta mirada inexpresiva y no responde si intentamos hablarle. Si intentamos despertarle le cuesta bastante.
- Está confuso/a y desorientado/a. En ocasiones, incluso llega a autolesionarse.
- Los terrores nocturnos pueden aparecer espontáneamente o por estímulos (ruido, si intentamos cambiarle la postura, etc.)
¿Cómo saber si presenta sonambulismo?
Mientras
está dormido, el niño/a inicia una serie de conductas complejas
(actúa como si estuviese haciendo algo concreto) que evolucionan
hacia la marcha (puede ser desde unos pasos a intentos de huir,
pudiendo producirse caídas o lesiones).
Suele
cesar espontáneamente, volviendo al sueño normal (se acuesta en la
cama o en el suelo). Si se le despierta permanece confuso unos
minutos.
¿Cómo puedo prevenir que ocurra?
- Evite la ingesta de líquidos o alimentos antes de dormir.
- Vaciar la vejiga antes de acostarse.
- Establezca una rutina de sueño: acostarse a la misma hora, seguir siempre la misma serie de pasos (ponernos el pijama, lavarnos los dientes, leer un cuento, etc), actividad relajante antes de dormir, etc.
- Evite ruidos cerca de la habitación
- Adopte medidas de seguridad: cubrir las esquinas o salientes de muebles, dormir en la planta baja, cerrar ventanas, cerrar con llave u otro sistema de seguridad cajones donde guarde cuchillos o tijeras, o bien cambie su ubicación, etc.).
- Evitar la deprivación del sueño.
- Instaurar pequeñas siestas diurnas.
¿Qué hacer ante un episodio?
- Tranquilícese, no tienen efectos negativos
- No le haga preguntas. Procure no despertarlo. Si se autolesiona sujételo para impedirlo pero no le hable ni le despierte.
- No le comente lo ocurrido al día siguiente, ni muestre preocupación.
¿Cuándo consultar con un profesional experto?
- Si el niño/a muestra cansancio, somnolencia diurna, irritabilidad, etc.
- Si los episodios son extremadamente agresivos (causan lesiones) o frecuentes (se dan cada noche o varias noches a la semana, o aparecen varios episodios en una noche).
Verónica Lamadrid
Psicóloga Especialista en Intervención en Dificultades del Aprendizaje
Pin Arboledas G. Parasomnias en la infancia. En: AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría 2004.
Madrid: Exlibris Ediciones, 2004: p. 179-189.
J. Iriarte, E. Urrestarazu, M. Alegre, C. Viteri, J. Artieda. Parasomnias: episodios anormales durante el sueño.
REV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 1, 2005, 46-52
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